El habito de la succión digital es una practica habitual y normal en bebes y niños de corta edad. Cuando este habito de prolonga y se mantiene mas allá de los tres o cuatro años, se vuelve un peligro para la salud bucal y general del niño.
Los problemas fonéticos, de masticación, alineamiento dentario e incluso trastornos emocionales están presentes en un niño portador de este habito.
Expertos de la Sociedad Española de Pediatría consideran que llevarse el dedo a la boca es bastante más peligroso que el chupete, por riesgo de infección que puede conllevar chupar un elemento que esta en contacto permanente con agentes contaminante.
La figura muestra como al chuparse el dedo, este, se apoya contra el paladar presionándolo, trayendo consigo que este se estreche y se vuelva ojival, los dientes no entran en contacto entre si generándose una mordida abierta que facilita que la lengua se interponga y genere una gran deformidad de los dientes.
Los niños suelen chuparse el dedo para conciliar el sueño. En estos casos, es útil animarlos a encontrar un compañero de sueño: un peluche, su juguete favorito… Otros niños acuden a este habito para tranquilizarse en momentos de ansiedad o nerviosismo, o como acto reflejo ante el aburrimiento. Los padres deben identificar las causas y tratarlas, ya sea con el pediatra o el psicólogo y, por supuesto, con el odontopediatra.
Recomendamos a todos los padres que no pasen por alto este hábito, que pidan ayuda y eviten que progresen las deformidades en la boca. Las secuelas dentales se tratan con aparatos removibles o fijos, a los cuales se le incorporan unas rejillas para reeducar a la lengua y llevar los dientes a una correcta posición,. En el caso de que el hábito haya causado alteraciones en el crecimiento y desarrollo de los maxilares hay que acudir a aparatos funcionales un poco mas complejos.
Nuestros especialistas en odontopediatría podrán aconsejar y ayudar en esta difícil tarea. Así que no duden en llamar.
Dra. Ana Cárdenas. Odontóloga