El aumento de la mortalidad por cáncer oral en los países desarrollados es de por sí una preocupación generalizada para los profesionales de la odontología, sobre todo porque su detección precoz tiene una alta incidencia en la efectividad de los tratamientos. Por eso es tan importante que todos sepan lo útil que resulta una sencilla y periódica observación de la cavidad bucal como parte la de rutina diaria.
Muchas anomalías en nuestro organismo se presentan a través de lesiones en la boca. La importancia de acudir a la clínica dental una vez que notamos cualquier cambio puede ser la solución para muchas enfermedades o, simplemente, acudir a revisión una vez al año, pues en algunas ocasiones estas lesiones cursan sin síntomas, por lo que no nos damos cuenta de su presencia. Las lesiones malignas, por lo general, se manifiestan con anterioridad en estadios de fácil intervención. De ahí la importancia de acudir a un especialista que dispongaç de los conocimientos básicos para la observación periódica y su tratamiento efectivo.
Las dos lesiones pre-malignas más frecuentes en la mucosa oral son el liquen plano y la leucoplasia.
Liquen plano
Es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel y mucosas. La mayor incidencia se observa entre los 30 y los 50 años, y es más frecuente en mujeres (60-70 por ciento). En España la prevalencia es 0,2-2 por ciento. Para algunos autores, es la enfermedad no infecciosa más frecuente de la cavidad oral. Su etiología es desconocida, pero se ha descrito asociación con ciertas enfermedades (colitis ulcerosa, hepatitis C, Síndrome de Sjögren…), fármacos (sales de oro, ansiolíticos, betabloqueantes, antipalúdicos, clorotiazida, estreptomicina, tetraciclinas, tolbutamida…), estrés, personalidad obsesiva, genética (influencia familiar). En la actualidad se considera una enfermedad de base inmunológica. Aunque las lesiones pueden aparecer en piel, mucosas o uñas, es frecuente que la única manifestación sea la mucosa oral. Evoluciona en forma de brotes.
Existen tres formas de presentación:
1. Forma reticular: es la forma más frecuente y leve. Sobre cualquier zona de la mucosa oral, aparecen estrías blanquecinas algo elevadas, que no se desprenden. Suele ser bilateral y asintomático.
2. Forma atrófico-erosiva: aparecen ulceraciones sobre una mucosa atrófica en cualquier zona de la mucosa bucal, aunque es más frecuente en la lengua. Se manifiesta como molestia o dolor intenso y puede aparecer sangrado. Esta forma es la que más frecuentemente puede sufrir transformación maligna.
3. En placas: amplias zonas blanquecinas o aplanadas rodeadas de estrías de Wickhman. Aparece con más frecuencia en la lengua.
Leucoplasia
Se define como una lesión blanca que no se desprende, y que ni por la clínica ni por la histología puede ser clasificada como otra lesión. Es una lesión que precisa por tanto un estudio anatomopatológico para su diagnóstico (biopsia).
La incidencia varía entre 1,5-12 por ciento, y es más frecuente en varones y en la raza caucásica. La prevalencia aumenta con la edad. Aproximadamente un 5 por ciento de estas lesiones evolucionarán a carcinoma en un periodo de 5 años; y esto aumenta al 16 por ciento si el paciente es fumador.
El factor etiológico más importante es el tabaco. Otros factores son el virus de Epstein-Barr (leucoplasia verrucosa proliferativa), traumatismos físicos o químicos (el alcohol es un factor importante), infección crónica por Cándida, enfermedades genéticas…
En clínica dental Santa Clara de Asís existe una consulta de Patología Bucal, que corre a cargo del doctor Reinaldo Rivas, cirujano maxilofacial, con gran experiencia en patologías medicas y quirúrgicas, y un Servicio de Biopsia a disposición de los pacientes.
La prevención es la mejor arma contra el cáncer.
Dra. Ana Cárdenas. Odontóloga