El bruxismo es un movimiento de los dientes que se genera de forma involuntaria y que produce una presión muy fuerte sobre las piezas, provocando su desgaste, de manera que pueden perder el anclaje a la mandíbula e, incluso, romperse debido a fisuras y fracturas. Además, la pérdida de esmalte dental originada por la fricción de los dientes hace que estos se vuelvan más sensibles, produciendo dolor a la hora de ingerir tanto alimentos calientes como fríos.
¿Cómo se produce el bruxismo? Por lo general es una manera inconsciente de liberar tensiones producidas por el estrés. También puede estar originado por la alimentación o la mala alineación de los dientes. Además del desgaste de estos, puede tener otros efectos como dolores de mandíbula, de cabeza y de oído, lo que puede derivar en trastornos alimentarios, alteración del sueño e, incluso, episodios de ansiedad.
La edad de inicio del bruxismo se suele encontrar entre los 17 y los 20 años y afecta tanto a hombres como mujeres. Aproximadamente el 80% de la población mundial ha tenido algún episodio de bruxismo a lo largo de su vida.
El bruxismo se manifiesta con dos tipos de movimientos: el primero es el apretamiento que consiste en ejercer una presión de cierre de los dientes superiores contra los inferiores, lo que afecta especialmente a la mandíbula. Por su parte el rechinamiento lo que genera es un movimiento de frotamiento entre los dientes y su consecuente desgaste.
OCLUSIÓN EQUILIBRADA
El bruxismo puede ser diurno o nocturno. Este segundo es más frecuente y suele pasar desapercibido. La mejor forma de evitar el bruxismo es consiguiendo una oclusión equilibrada, o sea, que en el momento del cierre de la mordida todos los dientes entren en contacto al mismo tiempo. Para ello, el tratamiento ideal sería realizar un «Equilibrado Oclusal» procedimiento mediante el que se eliminan los puntos de contactos prematuros.
Si de este modo no se resolviera el problema, siempre existe la posibilidad de usar una férula de descarga. Consiste en un protector de los dientes, en forma de funda ajustable que se fabrica con resinas. Para ello, hay que realizar previamente, un molde de la dentadura. Existen diferentes tipos de férulas por lo que tu dentista tendrá que valorar cual es el más adecuado según tus características.
