La lengua es uno de los músculos más importantes de nuestro cuerpo, y es que está directamente involucrada en actividades esenciales en el día a día como comer, tragar, saborear… ¡O hablar! Por ese motivo, es importante que la cuidemos y mantengamos en buen estado de salud. Hoy, te queremos contar cuáles son las 5 enfermedades de la lengua más comunes a las que prestar atención.
Las enfermedades de la lengua más habituales
La lengua es la gran olvidada cuando hablamos de rutina de higiene oral. Prestamos atención a los dientes y encías, pero rara vez observamos si nuestra lengua presenta manifestaciones como cambio de color o textura, señales que pueden alertar de que se padece algunas de las enfermedades de la lengua más habituales.
Conoce las señales de alarma y no tardes en pedir cita con tu clínica dental de confianza si alguna de ellas te resulta familiar:
Macroglosia
La principal característica es un tamaño descomunal de la lengua. No supone gravedad, pero sí que es incómoda para quien lo padece, ya que interfiere en actividades tan cotidianas como hablar o comer. Es una patología con un fuerte carácter hereditario y que se manifiesta sobre todo en niños y pacientes con hipotiroidismo o Síndrome de Down.
Leucoplasia
Al contrario que la anterior, esta está originada principalmente por los malos hábitos como el tabaco o el alcohol, lo que hace que si se da con la fuente desaparezcan los síntomas. Su característica principal son manchas blancas en la lengua y cara interna de las mejillas.
Candidiasis oral
Altamente contagiosa, con origen en el exceso del hongo cándida en la boca. Produce sangrado de encías y lengua, además de lesiones blancas. Afecta a personas con un sistema inmunológico débil, como personas en tratamiento de quimioterapia o bebés.
Lengua geográfica
Tiene una apariencia similar a la de un mapa, causado por manchas blancas o rojas en la superficie de la lengua. Responde ante un déficit vitamínico o cambios hormonales.
Cáncer oral
La más grave e importante de todas las enfermedades de la lengua. Debes vigilar que no aparezca ninguna llaga o úlcera que, pasada dos semanas, no mejora. El diagnóstico temprano aumenta las posibilidades de recuperación.
Si no vigilas los cambios en tu lengua, ¡comienza ahora! No olvides que es una parte esencial y, si necesitas acudir a revisión, no dudes en llamarnos. Pide cita.